Sientes que la todo resulta mal, quizá te equivoques. Te invito a leer un pequeño texto.
Una parábola china
Un anciano llamado Chunglang, que quiere decir “Maese La Roca”, tenía una pequeña propiedad en la montaña. Sucedió cierto día que se le escapó uno de sus caballos y los vecinos se acercaron a manifestarle su condolencia.
Sin embargo el anciano replicó:
– ¡ Quien sabe si eso ha sido una desgracia!
Y hete aquí que varios días después el caballo regresó, y traía consigo toda una manada de caballos cimarrones.
De nuevo se presentaron los vecinos y lo felicitaron por su buena suerte.
Pero el viejo de la montaña les dijo:
– ¡Quién sabe si eso ha sido un suceso afortunado!
Como tenia tantos caballos, el hijo del anciano se aficionó a montarlos, pero un día se cayó y se rompió una pierna. Otra vez los vecinos fueron a darle el pésame, y nuevamente les replicó el viejo:
– ¡Quién sabe si eso ha sido una desgracia!
Al año siguiente se presentaron en la montaña los comisionados de “los Varas Largas”. Reclutaban jóvenes fuertes para mensajeros del emperador y para llevar su litera.
Al hijo del anciano que todavía estaba impedido de la pierna, no se lo llevaron.
Chunglang sonreía.
[Nueva Acrópolis. Historias que despiertan el alma III. Pág. 21]