Fundamento bíblico y teológico de la Cuaresma
Origen histórico y evolución en la Iglesia:
Del lat. tardío quadragesĭma; propiamente ‘cuadragésimo [día]’, por alus. a la duración de este período.
https://dle.rae.es/cuaresma?m=form
los albores del siglo IV encontramos la primera mención del término tessarakoste. Aparece en el quinto canon del Primer Concilio de Nicea (325 d.C.), donde sólo se discute el tiempo apropiado para llevar a cabo un sínodo; y es concebible que se pueda referir no a un período sino a una fiesta definida, por ejemplo, la Fiesta de la Ascensión, o la Purificación, a la cual Ætheria llama quadragesimae de Epiphania. Pero debemos recordar que el vocablo antiguo, pentekoste (Pentecostés), de designar el quincuagésimo día, había llegado a denotar la totalidad del período (al que deberíamos llamar tiempo pascual) entre el Domingo de Pascua hasta el de Pentecostés (cf. Tertuliano, «De idolatria», XIV, — “pentecosten implere non poterunt”). Como quiera que sea, lo cierto es que, de acuerdo a las «Cartas Festales» de San Atanasio, que en el año 331 este santo le ordenó a sus fieles un período de cuarenta días de un ayuno preliminar a, pero no inclusivo de, el ayuno más estricto de la Semana Santa; y en segundo lugar, que en 339 el mismo Padre, después de haber viajado a Roma y por la mayor parte de Europa, escribió en los más enérgicos términos para instar a su observancia al pueblo de Alejandría, como una que se practicaba universalmente, “a fin de que mientras todo el mundo esté ayunando, nosotros en Egipto no seamos el hazmerreír como el único pueblo que no ayuna sino que nos dedicamos al placer”. Aunque Funk anteriormente sostuvo que la Cuaresma de cuarenta días no se conocía en Occidente antes de la época de San Ambrosio, esta es una evidencia que no puede echarse a un lado.
https://ec.aciprensa.com/wiki/Cuaresma
Fundamento bíblico
Génesis 7, 12
Éxodo 34, 28
Números 14, 33-34
1 Reyes 19, 8
Mateo 4, 1-2
Simbología litúrgica: ceniza, color morado, signos cuaresmales.
- El desierto espiritual: un camino de purificación
Experiencias de «desierto» en la Biblia (Moisés, Elías, Jesús): Hechos 7, 30-43; 1 Reyes 19, 8-21; Mateo 4, 1-25.
Cómo vivir la Cuaresma como un tiempo de retiro y renovación
Oración: Mateo 6, 6
Ayuno: Mateo 6, 16
Limosna: Mateo 6, 3≈
- Las tentaciones en la vida del catequista
Desánimo, rutina, falta de oración, activismo.
Cómo fortalecer la fe para no caer en ellas.
El ayuno y la penitencia : aprendizaje y crecimiento espiritual
1438 Los tiempos y los días de penitencia a lo largo del año litúrgico (el tiempo de Cuaresma, cada viernes en memoria de la muerte del Señor) son momentos fuertes de la práctica penitencial de la Iglesia (cf SC 109-110; CIC can. 1249-1253; CCEO 880-883). Estos tiempos son particularmente apropiados para los ejercicios espirituales, las liturgias penitenciales, las peregrinaciones como signo de penitencia, las privaciones voluntarias como el ayuno y la limosna, la comunicación cristiana de bienes (obras caritativas y misioneras).1439 El proceso de la conversión y de la penitencia fue descrito maravillosamente por Jesús en la parábola llamada «del hijo pródigo», cuyo centro es «el padre misericordioso» (Lc 15,11-24): la fascinación de una libertad ilusoria, el abandono de la casa paterna; la miseria extrema en que el hijo se encuentra tras haber dilapidado su fortuna; la humillación profunda de verse obligado a apacentar cerdos, y peor aún, la de desear alimentarse de las algarrobas que comían los cerdos; la reflexión sobre los bienes perdidos; el arrepentimiento y la decisión de declararse culpable ante su padre, el camino del retorno; la acogida generosa del padre; la alegría del padre: todos estos son rasgos propios del proceso de conversión. El mejor vestido, el anillo y el banquete de fiesta son símbolos de esta vida nueva, pura, digna, llena de alegría que es la vida del hombre que vuelve a Dios y al seno de su familia, que es la Iglesia. Sólo el corazón de Cristo, que conoce las profundidades del amor de su Padre, pudo revelarnos el abismo de su misericordia de una manera tan llena de simplicidad y de belleza.
https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c2a4_sp.html